En el local comunitario de 9 de marzo se celebró la entrada y toma de tierra en una comunidad donde viven alrededor de 54 familias. De ser un patio baldío y triste, se transformó en una comunidad lleno de vida y alegría.

El sábado 9 de marzo, la comunidad conmemoró sus 30 años de existencia. Los niños de los grupos NNTs y GIATs disfrutaron de una deliciosa chocolatada, mientras que las madres compartieron la historia de cómo ingresaron, resistieron y continúan luchando por sus derechos, así como por un futuro en el que sus hijos no sufran lo mismo que ellas. Actualmente, siguen luchando por obtener la titulación de sus tierras.

“Tenemos muchos compañeros que lucharon con nosotros y que ya no están, no pudieron ver sus sueños cumplidos, como Adolfo García, uno de los primeros pobladores”, contó Norma Blanco, la primera pobladora.

También participaron niños, niñas y adolescentes del Grupo Unido de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores, así como adultos de comunidades vecinas.

Artículo elaborado por Thiago C.

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