La comida de la escuela es muy rica. Los camiones traen la comida hecha y aquí se completa con lo que falta, como el poroto, un poco de arroz y carne. Después se calienta para servirnos. Las ensaladas son riquísimas y los postres también: turrón de maní, crema de leche, ensalada de frutas, arroz con leche, papaya, dulce de membrillo o dulce de batata. La comida se puede repetir dos veces, el postre una sola vez y la ensalada dos veces.

La comida sale de la Ley de Hambre Cero, que busca que niñas, niños y adolescentes podamos crecer sanos y estudiar con fuerza. La alimentación escolar es un derecho que el Estado debe garantizar, porque es fundamental para nuestra salud y desarrollo.

Todavía falta mucho para que llegue a todos los grados y escuelas. Hay colegios que no reciben nada, y muchos de mis compañeros y compañeras de la CONNATs siguen estudiando con hambre.

✍️ Por: Génesis del equipo de comunicación de CONNATs

 

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